José Iñaki de Madariaga Vidal nació en Begoña, Bilbao en el año 1934. Casado y padre de tres hijos. Licenciado en Derecho por
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TXALUPETXEAK LEKEITION
TXALUPETXEAK
En Lekeitio, se
denominaba txalupetxe a las tabernas
que estaban abiertas al público, pero tenían una mesa reservada para los
pescadores de una determinada embarcación.
Solían reunirse todos sus componentes, unos 15, aproximadamente hacia las 7 de la tarde. En algunas se juntaban los tripulantes
de distintos barcos.
La vinculación taberna-tripulación, en otros,
era muy estrecha, al ser e¡ dueño de
aquella un partzonerue (consorcio o
armador) más del pesquero. En estos
lugares, se comentaban asuntos propios de su trabajo, realizándose también
las meriendas y partijas.
En sus respectivas tabernas merendaban los
pescadores lekeitiarras las sobras que quedaban del almuerzo que
realizaban en sus casas y que llevaban en una
tartera.
En la costera del besugo, (entre primeros de
noviembre y últimos de febrero), en
cada embarcación se entregaba un cuartillo de vino a cada pescador que hubiera
echado al mar la péndula arria,
piedra que formaba parte del aparejo de palangre. Dicha entrega se realizaba en
el Txalupetxe.
En el siglo XX, los pescadores, algunas veces, se reunían al término
se sus faenas diarias para comer besugo
asado o en salsa roja y castañas asadas. Si no había esta comida, la
sustituían por saieski (costilla) o
guisado. El gasto de ésta cena, se hacía
con cargo al montón o monte mayor de la embarcación (mitad el armador y
la otra mitad la tripulación).
A principios del siglo XX, cuando se terminaba
de pintar la embarcación, se celebraba
una merienda.
Hasta comienzos del siglo XIX, con motivo de refrendar los
compromisos entre los tripulantes y los armadores, el día de San Martín, se
reunían para celebrar una comida. Tras
la misma, acordaban que los pescadores no podían abandonar la embarcación, ni
los dueños despedirlos, hasta el domingo de carnaval del año siguiente, en que
expiraba el contrato, quedando entonces libres ambas partes hasta el día
siguiente de San Martín. Si algún tripulante
rompía el contrato, no podía ser contratado en ninguna otra embarcación,
bajo la pena de 40 ducados y con penas similares se castigaba a los armadores.
El Viernes Santo, subían a Lumentxa y a su
regreso a la Villa ,
cada tripulación tomaba unas copas de "sol y sombra" y opillas de pan
de fose en su respectiva taberna.
Por San Andrés,
segundo patrón, se asistía a una Misa Solemne por los pescadores y después se hacía una comida
con besugo, si había. Las partijas en la
campaña del besugo, se hacían los jueves y los sábados. El reparto lo
realizaba el patrón en la taberna. Del dinero común o monte mayor, la mitad era
para el armador y la otra mitad para la
tripulación, después de descontar los gastos de mesa (sal, camada,
aparejos de palangre). Cubiertos éstos (alcance), con lo que sobraba se hacía
un montón, que se repartía posteriormente entre el armador y la tripulación.
El lugar donde estaban situados los txalupetxes, era alrededor de la zona de
Arranegi.
Madariaga Vidal, J. Iñaki / Atxabal Correa, Joseba
Lekeitio, 2004-10-13
Agradecimientos:
Arrizabalaga, Manuel / Urizar, Luis
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